Siempre hemos pensado que la dieta de los adultos debía ser rica en proteínas y que a partir de los cincuenta años debía ir reduciéndose para no sobrecargar hígado y riñón. Con el tiempo se ha demostrado justamente lo contrario
Enlace al artículo
martes, 6 de mayo de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario