viernes, 27 de febrero de 2015

Proteínas para el deportista veterano


Con la edad se producen adaptaciones del organismo que afectan al requerimiento de nutrientes. La disminución de papilas gustativas, la menor percepción de sabores y los problemas dentales hacen que la comida sea menos placentera. La menor producción de ácido clorhídrico, los cambios en la función renal y la menor capacidad de digestión, afectan a la absorción y digestión de los alimentos. Finalmente la menor sensación de apetito y la menor tasa metabólica basal, colaboran a la anorexia y desnutrición.

Los estados carenciales de distintos nutrientes son más frecuentes en las personas mayores. Estos problemas nutricionales pueden dar lugar a alteraciones orgánicas derivadas del déficit de dichos nutrientes, como pueden ser alteraciones de tipo inmunológico (los anticuerpos se elaboran en el organismo a partir de las proteínas) favoreciéndose enfermedades infecciosas.

En términos generales, con la edad, disminuyen las necesidades energéticas totales pero se mantienen los requerimientos de vitaminas y minerales.

EDAD (años)                                HOMBRES                MUJERES
> de 51                                           2400 kcal                    1900 kcal
60-70                                              2300 kcal                    1875 kcal
> de 70                                           2100 kcal                    1700 kcal

Con actividad física diaria:

EDAD (años)                                HOMBRES                MUJERES
> de 51                                           2800 kcal                    2250 kcal
60-70                                              2500 kcal                    2100 kcal
> de 70                                           2300 kcal                    1900 kcal


Proteínas: 1,0 - 1,25 g/kg peso /día. La realización de actividad física, en general, no incrementa significativamente las necesidades proteicas.

Grasas: El National Research Council (1991) aconseja que la ingesta media de n-6 no supere el 10% de las calorías totales, que la cantidad de n-3 sea del 10-25% del ácido linoléico y que la ingesta media de colesterol no supere los 300 mg/día.
En el caso concreto de los ácidos grasos esenciales es importante considerar (como en el resto de la población) la importancia de las grasas monoinsaturadas (aceite virgen de oliva). La realización de actividad física no precisa aumento de la ingesta de grasas

Carbohidratos: Deben proporcionar la mayoría de la energía, aunque en el anciano aumenta la intolerancia a algunos de ellos (lactosa...). En los ancianos con actividad física, el aumento de necesidades de energía total se debe compensar con un aumento en la ingesta de carbohidratos.

Fibra: Alrededor de 15-25 g/1000 kcal (Kritchevsky, 1989). La realización de actividad física, en general, no incrementa las necesidades de fibra.



La utilización de suplementos es muy baja a estas edades cuando en realidad, los veteranos que practican actividades físicas y deportivas, son un colectivo de riesgo nutricional. Uno de los factores que provocan rechazo son los aspectos de marketing que dirigen este tipo de suplementos, fundamentalmente, al mercado joven que frecuenta gimnasios. Botes gigantes de proteínas, con colores y fotos llamativas y deslumbrantes, hacen que el deportista veterano considere que este tipo de suplementos no es adecuado para su salud. En este sentido, nuestra intención como marca, es ofrecer un producto seguro, natural y perfectamente estudiado para el deportista veterano, de modo que incremente su aporte proteico de forma natural y le permita satisfacer sus demandas nutricionales para poder realizar su actividad de forma plena y saludable.

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