La vitamina
K es una vitamina liposoluble. La "K" se deriva de la palabra Alemana
"koagulation. La vitamina K es esencial para el funcionamiento de varias
proteínas involucradas en la coagulación sanguínea. Hay dos formas naturales de
vitamina K, vitamina K1 y vitamina K2. La vitamina K1,
también conocida como filoquinona, la sintetizan las plantas y nosotros la
ingerimos al comerlas. La vitamina K2 proviene de fuentes animales y
de la síntesis de bacterias intestinales. Aunque la vitamina K es una vitamina
liposoluble, el cuerpo almacena muy poco de ella, y sus depósitos se agotan
rápidamente sin una ingesta recomendada regular.
Mineralización
ósea
Estudios
epidemiológicos han demostrado una relación entre la vitamina K y la pérdida
ósea relacionada con la edad (osteoporosis). El Estudio de Salud de las
Enfermeras (Nurses' Health Study) siguió a más de 72,000 mujeres por diez años.
En un análisis de esta cohorte, las mujeres cuyas ingesta de vitamina K
estuvieron en el quintil más bajo (1/5) tuvieron un riesgo un 30% más alto de
fractura de cadera que la mujeres con ingestas de vitamina K en los cuatro
quintiles más altos. La vitamina K es necesaria para la gamma-carboxilación de
osteocalcina (una proteína que circula en la sangre y que ha mostrado ser un
marcador sensible de la formación ósea). Se encontró que los niveles
circulantes de osteocalcina subcarboxilada (OCsc) eran más altos en mujeres
postmenopáusicas que en mujeres premenopáusicas, y marcadamente más altos en
mujeres sobre los 70 años. Una muestra de 7,500 mujeres ancianas que vivían
independientemente, la OCsc circulante también fue predictiva de riesgo de
fractura.
Estudios de
suplementación con vitamina K y osteoporosis
Un
meta-análisis reciente de siete estudios controlados y aleatorizados de Japón,
asoció la suplementación con vitamina K2 con una DMO incrementada y
una incidencia de fractura reducida (disminuyeron las fracturas vertebrales en
un 60%, las de cadera en un 77%, y las no vertebrales en un 81%). La dosis de
45 mg/día de vitamina K2 también se usó en un reciente ensayo
clínico controlado con placebo de tres años en 325 mujeres postmenopáusicas.
Este estudio encontró que la vitamina K2 suplementaria mejoró las
mediciones de fuerza ósea en comparación al placebo.
Adultos
La deficiencia
de vitamina K es poco común en adultos sanos por una serie de razones: 1) la
vitamina K está ampliamente distribuida en los alimentos; 2) el ciclo de
vitamina K conserva la vitamina; y 3) las bacterias que normalmente habitan el
intestino grueso sintetizan vitamina K2, aunque no está claro si se
absorben y utilizan en cantidades significativas.
Fuentes
alimenticias
La
filoquinona (vitamina K1) es la principal forma dietética de vitamina K. Los
vegetales de hoja verde y algunos aceites vegetales (de soya, semilla de
algodón, canola, y oliva) son los principales contribuyentes de vitamina K
dietética. La hidrogenación de aceites vegetales podría disminuir la absorción
y el efecto biológico de la vitamina K dietética.
Alimento Porción Vitamina K (mcg)
Aceite de
oliva 1
cucharada 8.1
Aceite de
soya 1
cucharada 25.0
Aceite de
canola 1
cucharada 16.6
Mayonesa 1 cucharada 3.7
Brócoli,
cocido 1 taza
(picado) 220
Col rizada,
cruda 1 taza
(picado) 547
Espinaca,
cruda 1 taza 145
Lechuga
rizada (verde), cruda 1 taza
(shredded) 62.5
Acelga,
cruda 1
taza 299
Berro, crudo 1
taza (picado) 85
Perejil,
crudo 1/4
taza 246
Recomendación
del Instituto Linus Pauling
Los
multivitamínicos generalmente contienen de 10 a 25 mcg de vitamina K, mientras
que los suplementos de vitamina K o los suplementos "óseos" podrían
contener de 100 a 120 mcg de vitamina K. Para consumir la cantidad de vitamina
K asociada con un riesgo disminuido de fractura de cadera en el Estudio del
Corazón de Framingham (aproximadamente 250 mcg/día), un individuo necesitaría
comer todos los días un poco más de ½ taza de brócoli picado o una ensalada grande
de vegetales verdes surtidos.
Aunque la
ingesta recomendada de vitamina K necesaria para el funcionamiento óptimo de
todas las proteínas dependientes de vitamina K aún se desconoce, el Instituto
Linus Pauling recomienda diariamente tomar un suplemento multivitamínico-mineral
y comer al menos 1 taza de vegetales de hoja verde. Reemplazar las grasas
saturadas de la dieta como la mantequilla y el queso con las grasas
monosaturadas que encontramos en el aceite de oliva y de canola, también
incrementaría la ingesta de vitamina K dietética y podría disminuir el riesgo
de enfermedades cardiovasculares.
Adultos
mayores (> 50 años)
Debido a que
los adultos mayores están en mayor riesgo de osteoporosis y fractura de cadera,
la recomendación anterior de un suplemento multivitamínico-mineral y al menos
una taza de vegetales de hoja verde a diario es especialmente relevante.
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