La diabetes II se ha
convertido en una auténtica pandemia. En este tipo de diabetes -antes llamada
diabetes del adulto-, los tejidos del cuerpo pierden su sensibilidad a la señal
de la insulina. La respuesta del páncreas es segregar más hormona, pero con el
tiempo las células beta son incapaces de mantener este nivel excesivo de la
secreción de insulina, los niveles disminuyen y la glucosa en sangre aumenta. Este
fracaso del control de la glucosa en la sangre, y los trastornos metabólicos
que se acompañan, lleva a los signos familiares y síntomas de la diabetes: sed
excesiva, glucosa en la orina, hambre excesiva, pérdida de peso, fatiga y,
finalmente, enfermedades vasculares, cardiopatía isquémica, fracaso renal, daño
en neuronas y en la retina.
Los factores asociados
más importantes son:
El consumo de carbohidratos simples
(azúcares) va creando resistencia a la insulina a nivel celular y provocando a
medio plazo el segundo factor asociado
Obesidad. El siguiente gráfico ilustra la
relación entre el índice de masa corporal (IMC, una medida de la grasa
corporal) y la incidencia de la diabetes en un período de cinco años en los
hombres estadounidenses:
Un IMC entre 18,5 y 25 se
considera delgado, de 25 a 30 se considera sobrepeso y 30 ó más se considera
obeso. Como se puede ver, el riesgo de desarrollar diabetes aumenta rápidamente
al aumentar el IMC, y la relación es muy fuerte. Un hombre con un IMC superior
a 35 (obesidad) tiene un riesgo 42 veces
mayor de desarrollar diabetes que un hombre con un IMC inferior a 23.
Edad
Casi todos los trastornos
relacionados con el estilo de vida están estrechamente vinculados a la edad, y
la diabetes tipo 2 no es una excepción. Entre los ancianos, la probabilidad
anual de ser diagnosticado con diabetes es 30 veces mayor que entre los adultos
jóvenes. Parte de este exceso de riesgo no está vinculada a la edad
directamente, sino al hecho de que la mayoría de las personas aumentan la
grasa, pierden músculo, y se vuelven más sedentarios con la edad.
Actividad física
El tejido muscular es el
usuario individual más grande de la glucosa en el cuerpo, y cuando sus necesidades
de combustible son altas, aumenta su sensibilidad a la insulina para acelerar
la captación de glucosa. Debido a esto, la actividad física provoca un aumento
rápido y profundo de la sensibilidad a la insulina que, desafortunadamente, sólo
dura unos pocos días, por lo que la actividad física regular es esencial para
mantenerla.
Genética
Una de las maneras más
efectivas para evitar la diabetes tipo 2 es elegir sabiamente tus padres. Todas
las formas más comunes de la diabetes, incluyendo la diabetes tipo 2, tienen un
fuerte componente genético. Como la mayoría de los trastornos relacionados con
el estilo de vida, la diabetes no es generalmente causada por un solo gen, sino
por interacciones complejas entre muchas diferentes variantes de genes y el
entorno en el que vive una persona.
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