domingo, 25 de enero de 2015

Nuestras bacterias intestinales son muy importantes

La microbiota (bacterias que viven en nuestro intestine de forma simbiótica), que muestra una alta estabilidad y resistencia a sufrir modificaciones durante la edad adulta, parece que en la primera infancia y en la senescencia es mucho más inestable. 
Los pasos iniciales del establecimiento de la microbiota en el recién nacido son fundamentales para un desarrollo adecuado y pueden verse afectados por varios factores. Durante la colonización inicial, la microbiota sufre fenómenos de sucesión microbiana y es inestable. Del mismo modo, en la senectud, la microbiota se ve sometida a nuevos cambios, que la hacen de nuevo inestable. 
Por lo tanto, en estas etapas extremas de la vida es donde las estrategias encaminadas a la modulación microbioma pueden tener un gran impacto en la salud. 
Por ello, la selección de los probióticos y prebióticos incluidos en los alimentos diseñados especialmente para las poblaciones humanas en las edades extremas de la vida y dirigidos a evitar las alteraciones de la microbiota bien definidas, es una acción clave para el futuro
 

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