Existen muchos estudios que demuestran los beneficios aportados por las dietas ricas en vegetales. Distintos autores han demostrado que la ingesta abundante de frutas y verduras reduce el riesgo de padecer desde enfermedades ligadas al envejecimiento
Los flavonoides son productos del
metabolismo secundario de las plantas, y desempeñan numerosas funciones en los
vegetales. Casi todos los flavonoides son pigmentos, con todos los colores del
espectro. Por otra parte, estos compuestos son importantes en la protección
de las
plantas frente a
los predadores, bien por su sabor
amargo, bien por su capacidad de precipitar proteínas en el intestino y
dificultar la digestión, evitan que los mamíferos y otros animales se alimenten
de las plantas.
El consumo total de flavonoides
se correlaciona con una menor pérdida de función cognitiva a lo largo del
tiempo y el de flavonoles y flavonas con menor incidencia de demencia. Además,
las personas con mayores ingestas de kaempferol, naringenina y hesperidina
muestran una menor incidencia de accidentes cerebro-vasculares.
Las frutas y verduras (manzanas,
uvas, cebollas, legumbres), el chocolate negro y las bebidas como el café, el
té (negro o verde) y el vino tinto son las principales fuentes de flavonoides
en la dieta. Así, algunas frutas como las manzanas o las peras pueden contener
de 2 a 4 g de polifenoles por cada kg
de peso fresco, y una copa de vino o una taza de café o té proporcionan hasta
100 mg de estas moléculas.
Nuria Álvarez Sánchez. Tesis doctoral (descargar en el enlace)
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